Disfrutar el camino
Cuando por fin supe a dónde quería llegar en la vida. Cuando le dije “Sí, yo quiero ir, estoy a tu servicio”. Él me tomó de la mano y abrió la puerta del copiloto de ese precioso BMW color menta. Entré y sentí el delicioso aroma a vainilla, los asientos eran de cuero en un tono nude tan de moda, muy de clase, muy a mí estilo.