Imillas Únicas

¡Spolier alert! Si todavía no la viste, te recomiendo que lo hagas antes de leer el siguiente artículo. Creo que la mayoría de nosotras esperábamos una película romántica como ésta. Soy fan de Audrey Hepburn y de todas las películas antiguas que tengan que ver con musicales, el tap dance y bellísima ropa modesta. Es por esto que esperaba el estreno de La la land con ansias. También porque sale del estereotipo de películas románticas actuales que solo tenían que ver con sexo (a excepción de Yo, antes de ti también me gustó esa peli)

Al final de mi adolescencia y el comienzo de mis veinte años, mi vida romántica era una divertida paradoja.  Cuando estuve enamorada de alguien, yo solía gastar mi tiempo y pensamientos sobre cómo atrapar a ese chico guapo (para aquellos que no conocía esa parte de mí... lo siento pero es cierto solía ser un boycrazy ). Sin embargo, a él yo no le interesaba como yo había soñado. Y los chicos que yo les gustaba, no eran mi tipo. Así que, básicamente, estaba viviendo una ilusión tras otra, y rompiendo corazones también. Esto no sólo estaba cuestionando mi autoestima o me tentaba a conformarme, pero también yo corría el riesgo de tener una mala definición sobre el amor.

The lovely Audrey Hepburn At the end of my teenage years and the beginning of my twenties, my romantic life was a funny paradox... When I had a crush on somebody, I used to spend my time and thoughts on how to catch that handsome guy (for those who didn't know that part of me… sorry  but is true I used to be a boycrazy). But, he wasn't into me like I dreamed. And the guys that were into me, they weren’t my type. So basically, I was living an illusion after another, and breaking hearts too. Not only that was questioning my self-esteem and tempting me to settle, but also I was in the risk to have a bad definition of love.

El encuentro entre la princesa Aurora y el príncipe azul verdaderamente no se compara a un encuentro con Jesús. Si has experimentado un encuentro con el Príncipe de Paz, el Padre Rey de reyes y el tierno consolador Espíritu Santo, estarás de acuerdo con lo que digo, que aquellos encuentros de las princesas de Disney con sus bellos príncipes quedan muy cortos a los momentos donde te encuentras con la presencia de Dios y su poder que transforma nuestras vidas.