Nuestro príncipe azul
El encuentro entre la princesa Aurora y el príncipe azul verdaderamente no se compara a un encuentro con Jesús.
Si has experimentado un encuentro con
el Príncipe de Paz, el Padre Rey de reyes y el tierno consolador Espíritu Santo,
estarás de acuerdo con lo que digo, que aquellos encuentros de las princesas de Disney con
sus bellos príncipes quedan muy cortos a los momentos donde te encuentras con
la presencia de Dios y su poder que transforma nuestras vidas.
Milagros, fuerza, paz, gozo, perdón, amor
(y la lista sería infinita…) son poderes que uno recibe cuando
pasas tiempo con Él, y te aseguro que ningún ser humano o príncipe terrenal te ofrecerá lo
mismo.
Nuestro primer amor
El primer encuentro con Su presencia
nos enamora tanto que deseamos que las horas, los minutos, los segundos se
detengan. Sencillamente no creo que existan palabras humanas que puedan
describir exactamente esos momentos sobrenaturalmente eternos pero también instantáneos. Tan sólo puedo encontrar algunas particulares pistas para reconocer que estoy teniendo un encuentro con mi Dios, de que estoy a punto de tocar la eternidad: verdadero amor, fuego cálido, paz y gozo. Y estos encuentros jamás se olvidan
porque son demasiado diferentes a encuentros terrenales, no es necesario sacar
una selfie porque estarán escritos para siempre en nuestras vidas.
Permanecer porque Él no nos dejará nunca
Después de este primer encuentro,
mantener una relación con Dios será una batalla de cada día, batalla entre mi
espíritu y mi carne. Al primer error que cometas ya no te sentirás merecedora de
que tú sigas teniendo encuentros con Él. Terrenal no eterna, pecadora y ninguna
santa son algunas mentiras sobre nuestra identidad que debemos desechar. La verdad
es que Él no entra en tu corazón para después salir al primer error tuyo. Este
príncipe Jesús entra para quedarse. El Espíritu Santo te seducirá las veces que
sea necesario. Pues tú ya te convertiste en Su princesa, tienes una nueva
identidad por Él, y Él tu príncipe azul es capaz de matar dragones mentirosos y
salvarte una vez más. Recuerda que si te sientes muy alejada de tu príncipe, Él
ya se sacrificó por ti para que tú no puedas alejarte de Él.
No hay ningún dragón, bruja fea,
encantamiento, que pueda distanciarnos de Su amor.
Para estar de vuelta en Su presencia,
tan solo se requiere pedir perdón, arrepentirse y decidir que sea el Espíritu
Santo quien te ayude con esa debilidad. No importa cuántas veces como princesa
te metas en líos, Dios no se cansará de rescatarte. Y cuando te preguntas:
“¿Puede acaso Dios perdonarme por esto?” Su respuesta siempre será “Sí puedo y
como que ya lo hice hace miles de años”
Desde que tú princesa correspondiste a
su sonrisa, levantaste el pañuelo blanco como señal de ayuda, Jesús tu
magnífico príncipe, tu enamorado empedernido, luchará por ti hasta la
eternidad, enamorándote cada día más y más.
Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador.
Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se
gozará por ti con cantos de alegría. Sofonías 3:17 NTV
Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara, y a la luz que me rodea,
que se convierta en noche; pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de
ti. Salmo 139:11-12 NTV
De tu lectura a la acción
Comparte, en cualquiera de las redes sociales, la que más te guste, cómo Jesús te enamora o un screenshot a ese versículo o canción que marcó un inicio en tu relación con Él, o cuenta cómo fue aquel primer encuentro usando los hashtags #JesusMiPrincipeAzul #Miprimeramor #IUgirl #ImillasUnicas
Dato curioso
Gracias a Wikipedia (je je) aprendí que
es posible que el nombre de príncipe azul viene de una leyenda rumana del siglo
XIX: “El príncipe azul de la lágrima”. Donde se lo describe al príncipe con ese
color porque viene de un linaje aristocrático, en simples palabras se lo
llamaba así porque el príncipe era de “sangre azul”. Además que en Francia,
siglo XVII, el color azul estaba de moda xD