Plan Belleza: Excelencia

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"Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él." Colosenses 3:17 NTV.   


Alguna vez te preguntaste ¿qué dirá la gente de mí?, o mejor: ¿qué quieres que digan de ti?
Como creyentes nuestro motivo debería ser representar bien a Dios aquí en la tierra. Sé que es re difícil entre nosotras las mujeres porque tendemos a exagerar, chismear, envidiar solo porque tal personita no nos cae y obviamente no vas a caer bien a todo el mundo, pero ahora me refiero a aquellas opiniones de la gente que sí puedes cambiar con tu ejemplo. 


Por ejemplo nosotras nos damos cuenta cuando hacemos las cosas con ganas o sin ganas, sería feo que digan de ti “a ella es una floja” o “ella es malvada” siendo tu una cristiana ¡Uff sería una contradicción!

Yo sé que a muchas nos gusta poner en nuestro estado de wtsp: “Soy hija de Dios” o “soy la princesa de Dios” (lo cual ya me parece cliché y creo que deberíamos demostrarlo con acciones) y eso es lo que nosotras decimos de nosotras mismas ¿pero los demás ven eso en ti? ¿Te ven como hija de Dios? ¿O tu estado virtual contradice tu comportamiento real?

“La excelencia se ve al hacer lo máximo que pueda en cada situación, pero no es necesariamente perfección.” Joyce Meyer

“La búsqueda de la excelencia es gratificante y saludable. La búsqueda de la perfección es frustrante, neurótica y una terrible pérdida de tiempo” Edwin Bliss

A través de esta serie “Plan belleza” y todo el pasaje que hemos visto en Colosenses 3, vemos que como último esfuerzo para ser bellas por dentro es hacer las cosas con excelencia porque al final estamos representando a Dios con nuestras acciones. ¿Dios deja un trabajo a medias? ¿Dios al crear al mundo, robó ideas? ¿Lo hizo mal humorado?

De la lectura a la acción

Esto me ha ayudado a reconocer por qué no hago las cosas con excelencia:

1. Te comparas con otros

Te desmotivas cuando ves que alguien está flojeando en el trabajo y nadie le dice nada. Por ejemplo en una situación injusta: cuando tu hermano no lava los platos cuando tenía que lavar y papá lava en lugar de él, y cuando tú estás en la misma situación para ti no hay misericordia y recibes el castigo. ¡Deja de comparar tu trabajo con el de otros! Y ¡Deja de esperar el castigo para otros! Si tú haces algo bien, entonces enfócate solo en eso. Sí o sí tu padre celestial te recompensará por el trabajo bien hecho.

2. Te quejas de todo

Anteriormente veíamos el atributo de ser agradecidas. (Si no lo leíste léelo aquí) ¡Qué tan clave es esto! Cuando en nuestro entorno vemos todo negativo, esto se contagia en nuestra manera de hacer las cosas. No te quejes. Encuentra algo positivo y aférrate a eso.

3. Realmente no te gusta lo que haces

Cuanta gente haría mejor su trabajo si en verdad le gustara lo que hace. El mundo estaría libre de gente mediocre. Sé honesta contigo misma ¿te gusta lo que haces? Hacer las cosas con amor creo que es hallarle un gusto a tu trabajo.  Así es más fácil hacer las cosas con buena gana y como para el Señor. Si no, creo que tú no te mereces perder el tiempo en algo que simplemente odias hacer, tampoco los demás se merecen tu servicio a medias, ni a Dios le gustaría que hagas las cosas por obligación.

Creo en un Dios que le fascina el deleite, y esa capacidad de deleitarnos la tenemos nosotras. Así como la creación es bella nosotras también somos bellas por dentro y por fuera, entonces ¿por qué no embellecer nuestro trabajo con excelencia?

Bye I.U. girls, con este artículo terminamos de embellecer nuestro interior, oro para que pongamos en práctica estos tips en Colosenses 3:12-17 y así cautivemos a las personas que nos rodean. Si te perdiste de qué trataba el “Plan Belleza” haz clic aquí. Pronto se bien unos tips de belleza exterior, quiero capacitarme muy bien en eso para todas ustedes.

¡Se las quiere un montón!