¿Cómo se si sirvo en la iglesia solo por emoción?


De seguro en la iglesia te dijeron que es malo tomar decisiones emocionalmente, que revises si vas a la iglesia por emoción, etc. ¿Y no te has preguntado, como yo, cómo saber si estoy yendo y sirviendo a la iglesia por emoción?


En primer lugar, admitámoslo sí hemos tomado decisiones guiadas en emociones y alguna vez hemos ido a la reunión de jóvenes por una emoción. Es más puede ser que la primera vez que escuchaste de Dios te emocionaste, al principio amar a Dios puede verse como una emoción (incluir aquí carita enamorada con los ojos de corazones, ja ja). Pero esa emoción tiene que crecer en algo más.

De seguro también hayas notado que a veces hay jóvenes en las iglesias que vienen y se van (o van y vienen). ¡Ay juventud de hoy! Y cualquiera de nosotras podría ser parte de ese grupo, es decir ¿qué me garantiza que lo que hago no es por emoción? Puede ser que en cualquier momento mi mente piense todo lo opuesto y tal vez decida dejar mi servicio y dejar la iglesia. Ante todo, prefiramos siempre ser de los que permanecen.

Me parece que lo que protege a nuestras decisiones de la emoción es el compromiso. Que si me comprometí a servir en algo, lo termino hasta el final. Tal vez al principio tomaste esa decisión por emoción, porque ahora tal vez no sientas la felicidad del principio porque las circunstancias cambiaron. Pero el final va a mostrar si tu decisión de servir en la iglesia  realmente fue o no por emoción, porque las emociones van y vienen pero el compromiso (stick to it) nos acerca a la meta.

Si te encuentras en un mar donde navegan emociones (olvida esa parte), pero si tienes dudas sobre tu servicio en la iglesia o si estás pasando por circuntancias desagradables que dan ganas de dejarlo todo, no tires la toalla, no te rindas. Pregunta a Dios cuál fue la verdadera intención de tu corazón al tomar esa decisión y él hará que esa emoción se transforme en compromiso.

No, amados hermanos, no lo he logrado, pero me concentro únicamente en esto: olvido el pasado y fijo la mirada en lo que tengo por delante, y así avanzo hasta llegar al final de la carrera para recibir el premio celestial al cual Dios nos llama por medio de Cristo Jesús.
Filipenses 3:13-14


Bye I.U. girl, que el Espíritu Santo te guíe a tomar decisiones que te acerquen al propósito que Dios tiene para ti. Y déjame saber qué opinas de este artículo y que esperas de este blog, puedes ponerte en contacto a través de la cuenta “inyougirl” en Facebook, Twitter o Instagram.