Tú me hiciste valiente



Seguramente hemos leído el siguiente verso miles de veces. Es como el verso bandera de la valentía, antídoto del miedo, medicina para la conformidad. Pero...


¿Realmente lo hemos puesto en práctica? Déjame compartirte en el post de hoy un casi estudio de este versículo:

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. 
2 Timoteo 1:7 NTV

¿Cómo podemos lograr que estas palabras se activen en nuestro estilo de vida? Si se volvieran realidad el mundo sería diferente y tú vivirías diferente.

La primera parte sencillamente nos declara que Dios no nos hizo cobardes. Ok. Entonces ¿tenemos que ser valientes, no? sí, pero la segunda parte va más allá. Nos dice lo que sí estamos hechas: un espíritu de Poder, Amor y Autodisciplina (o como en otras versiones lo llaman: dominio propio”

Por lo tanto, este verso no solo nos indica que no estamos echas para vivir en temor y de que el Señor quiere que seamos valientes. Yo solía quedarme en esta parte primera y esto podría responder el por qué no había activado este verso en mi vida diaria en el pasado, pese a que lo había escuchado miles de veces.

2 Timoteo 1:7 no sólo es la clave para vivir en valentía, sino los tres espíritus, o mejor llamémosle características, de las que sí estamos hechas son esenciales en este verso. En estas tres se encuentran una de las recetas para ser valientes.

Poder o autoridad


La cobardía nos imposibilita cumplir nuestros sueños o incluso soñar en grande. En cambio la valentía es la base para soñar en grande y la acción para cumplir ese sueño. Valentía es tener el poder sobre el miedo, las inseguridades, las debilidades, incluso la mediocridad. Cuando Pablo contrapone el espíritu de cobardía con el espíritu de poder, a mi parecer, nos hace entender que sí tenemos poder sobre cualquier cosa que se interponga en nuestro camino hacia nuestro propósito. Claro que este poder viene de lo alto, es un poder que sólo Dios nos da, del cual hemos sido echas y cuando estamos con Él este poder se activa. Por lo tanto, ten en claro que como hija de Dios sí tienes autoridad sobre el temor.

Amor


En este punto tal vez te preguntarás ¿Qué tiene que ver el amor con la valentía? Al principio también esa era mi duda. Pero poco a poco me di cuenta que el amor tiene mucho que ver con la valentía. Este amor no es el amor que un ser humano te pueda dar, no. El perfecto amor al que me refiero es descrito también por Pablito en 1 Corintios 13. Pero Juan también nos dice que el amor sí tiene mucho que ver con la valentía:

En esa clase de amor no hay temor, porque el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.
1 Juan 4:18 NTV

El amor que Dios me da sí puede hacer que el temor desaparezca. Si el me ama (y como que hasta lo demuestra, la principal muestra fue entregar a su hijo Jesús para que nos salvara de la muerte) no tengo por qué tener miedo al futuro o a tomar los riesgos que Él me dijo que tome, o no tengo por qué temer a hombre alguno porque mi Papá me defiende. Si queremos corresponder, aunque no podamos, a este perfecto amor una de las muestras de amor que podrías ofrecerle es tu confianza en Él.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 NTV

Dominio propio


Seguramente junto con 2 Timoteo 1:7 esta ha sido la palabra más usada en el vocabulario de nuestros padres. Pero si la has escuchado millones de veces es porque Dios en serio considera que el dominio propio es elemental para tu vida. Creo que el dominio propio reactiva las dos pasadas características.

Cuando sé que tengo autoridad o poder sobre el miedo, la autodisciplina me ayuda a desechar de una vez por todas esos pensamientos de miedo. Como dice mi autora favorita, Joyce Meyer, donde va la mente, sigue el hombre. Si tengo poder sobre pensamientos negativos que alimentan la cobardía que siento, tengo dominio propio para alimentar la valentía insertada en mí. Ahí es donde marco diferencia, donde el qué dirán los demás, qué pensarán de mí, no guía mis acciones.

También, el dominio propio activa el amor. Cuando las circunstancias se oponen a tu esperanza y confianza en Dios, el dominio propio activa ese amor a Dios. ¿Cómo lo activa? Cuando te autodisciplinas a pasar más tiempo con Él, cuando estar cerquita de Dios se vuelve un hábito. Porque ahí es donde Él te revela cómo y cuánto Él te ama. Así, podemos disciplinarnos a nosotras mismas para no caer en depresión a la primera mala noticia que recibamos acerca de nuestro futuro, para no conformarnos con algo que es menos de lo que Dios tiene preparado para nosotras o para no refugiarnos otra vez en la comodidad y mediocridad.

¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero sólo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.
1 Corintios 9: 24-27

Recientemente he tomado un riesgo (pronto te daré más detalles) Pero te puedo asegurar que no ha sido fácil para mí. Pero activar aquellas tres características por las cuales he sido hecha, y eso que son mejores que las flores, azúcar y muchos colores la receta del profesor Utonio, me ayudaron a vivir en valentía, vivir realmente 2 Timoteo 1:7, vivir sin excusas, sin temor y sin arrepentimientos.   

De la lectura a la acción


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Recuerda que en cualquier momento puedes participar de este reto ;) tan solo es una manera de recordar y llevar a la práctica lo que acabas de leer. 

Sé valiente y comparte este post.

Sugerencia del artículo


En mi último playlist se encuentra la canción de Yare Vargas “Bold”. Escúchala si todavía no lo hiciste, tiene mucho que ver con este tema de la valentía.


Bye I.U. girl y, como diría la bella Yare, #StayBold ;)